El cobre es clasificado como el tercer metal más consumido por la industria en el mundo, perdiendo sólo para el aluminio y el hierro. Cerca de 3/4 del uso del cobre se dirige a la fabricación de cables eléctricos, cables de telecomunicación y electrónica. El metal es dúctil y maleable y conduce bien el calor y la electricidad, explicando su uso en electrónica y cableado.